martes, 19 de noviembre de 2019

La Técnica del Muñeco de Trapo: Técnica de Relajación para Niños


En un post anterior hablamos de la ansiedad en la niños y de lo complicado que era identificar los síntomas, tanto para sus tutores como para los profesores, que al fin y al cabo son los que más tiempo pasan con ellos, e incluso para los profesionales, debido a la diferente manera que los pequeños tienen de manifestar esta problemática en comparación con los adultos y los diferentes tipos que se pueden dar en esta etapa.


Pero, ¿cómo se puede tratar esta situación cuando el niño es demasiado pequeño como para responder a una terapia más activa por su parte? Muchas veces lo más que se puede hacer es evaluar su situación a través de su mecánica de juegos, de sus relato infantil, de la interpretación de dibujos y otras técnicas orientadas al diagnóstico del problema de los menores que, en la mayoría de las ocasiones, tienen una limitación para descubrir de forma consciente su propia problemática.

Sin embargo, una vez identificado el problema a tratar, ¿como podemos hacer que nuestros hijos se relajen, sobretodo sin son extremadamente pequeños?

Cuando se trata de un adulto, que puede seguir órdenes sin ningún problema y atender pautas más o menos complejas, podemos utilizar diferentes técnicas, todas ellas con una eficacia demostrada. Estas técnicas pueden ser: la Relajación Progresiva de Jakobson, la meditación, el control de la respiración, etc. Por el contrario, cuando hablamos de niños menores de 10 años, que son inquietos por naturaleza, no podemos disponer de las mismas herramientas que en adultos, puesto que estas no van a funcionar de manera satisfactoria.

Una de las técnicas más sencillas y directas que se pueden poner en práctica para producir un estado de relajación en nuestros hijos menores, y que tiene cierta relación con las comentadas con anterioridad, es la Técnica del Muñeco de Trapo o de la Marioneta. Esta técnica es tremendamente intuitiva y fácil de poner en práctica y lo podemos hacer en nuestros hogares sin ningún problema.


Por supuesto, esto no sustituye la importancia de acudir a un profesional cuando surja alguna situación preocupante con nuestros hijos, pero, teniendo en cuenta el mundo tan exigente y estresante en el que vivimos, no es mala idea practicarla con los pequeños, e incluso en nosotros mismo, todas las noches para beneficiar un sueño reparador y saludable, y como una ayuda para liberar a nuestros hijos e hijas de las tensiones que se acumulan a lo largo del día.
 
A continuación expondré cómo ha de desarrollarse esta técnica:

“Vamos a imaginar que somos muñecos de trapo. Alguien nos ha dejado tirados en el suelo. No nos podemos mover. No tenemos vida propia. Solo respiramos… respiramos… acompasadamente... respiramos… Mi frente está floja… mis párpados también… aflojo las mandíbulas… respiro… mi cuello está flojo... mis hombros también… mis brazos pesan mucho… no los siento… mi pecho descansa… mi espalda también… respiro...respiro… mis glúteos se aflojan… mi abdomen está suelto… mis piernas están flojas… mis pies también… respiro… respiro… Todo mi cuerpo se cae, se hunde en el suelo, no lo siento… respiro... mi cuerpo no es mío, no lo puedo manejar… no lo puedo mover… me abandono… es una sensación placentera.(alargamos este momento el tiempo que nos parezca oportuno, después seguimos).

Poco a poco voy despertando… respiro… empiezo a cobrar vida… muevo un poco las manos… respiro... ahora muevo los pies… los brazos… las piernas… lenta y suavemente todo el cuerpo. Por último abro los ojos y vuelvo a ser yo.”

 
Esta técnica podemos introducirla como un juego para antes de dormir o como una rutina tras llegar del colegio, o incluso después de comer, que ayudará a los más pequeños a lidiar con las tensiones diarias que ni siquiera son conscientes que acumulan.

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